La Dra. Eloísa está en la sala del segundo piso de su casa mirándose
frente al reflejo del vidrio de un mueble, está muy triste tocándose las
heridas en su rostro después del intento de violación, llega la Hermana Helena
y muy tierna le hace cariño, dice pudiste descansar?, ella dice si algo, la
Hermana Helena muy dulce la abraza y dice ven acá, le da un cálido y
maravilloso abrazo, se sientan y dice, ya se los llevaron al tribuna, se juntó
mucha gente afuera del cuartel, por poco los linchan, no digo que este bien,
pero eso demuestra lo mucho que te quiere la gente, muy triste la Dra. Eloísa
dice en todo caso dudo que al juez le importe mucho, supe que uno es el hijo de
un empresario importante, la Hermana Helena le toma sus manos y dice muy tierna
no pienses eso, mira… tus manos… vamos a rezar para que se haga justicia y para
que esos infelices se sequen en la cárcel, con mucho amor la Hermana Helena le
besa sus manos y comienzan rezar juntas


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