Al otro día Karina está en su pieza descalza en su cama,
toma valor y concentración para leer la última carta que le envió Milton
“Hermosa Karina, joya del pacifico, blanca margarita de este puerto de ilusión,
déjame que te cuente un cuento? La historia de la mujer más dulce del
#CerroAlegre, la más valiente, la más apasionada, la mujer con sonrisa de niña,
de mirada aguamarina, la de piel tan blanca como espuma de nuestro mar, Karina,
amor de mi vida razón de mi existencia, déjame que te cuente la historia de tu
humilde enamorado, de un hombre que descubrió la belleza infinita de la porteña
más bella, de un hombre que perdió la cabeza y le entregó su corazón”
Karina quedó muy emocionada pero a la vez muy preocupada y dice Milton,
Milton, porque… qué locura!!
Más tarde Karina está sentada en el piso de su pieza con
todas las cartas que la entregado Milton, entra Heidi y le pregunta en que
anday?, Karina dice estoy leyendo las cartas negra, Heidi le pregunta si aún
está triste porque el Milton es quien se las escribe, Karina dice que un poco
pero más que nada tengo pena, porque si te pony a pensar en el Milton, el las
escribió, yo pololeaba con el Jero y el firmaba, entonces debió haber sentido
tan mal, pobrecito po, Heidi dice que es bien asopao pero un asopao amoroso,
cree que debería pescarlo más , porque no le pide que la acompañe a verla a la
presentación del baile español, Karina dice negra te volviste loca?, a mí el
Milton no me gusta nada, yo no lo puedo pescar por pena, no puedo estar con el
pena como se te ocurre, Heidi dice que un tipo que escribe estas cartas tan
bonitas debe tener como su cuestión escondida, debe ser un tipo súper
interesante pero ellas no lo han podido conocer por su problema de la timidez,
pero creo que el Milton no es tan perno como parece, Karina dice no se negra,
ayy ya!! no me metay cuestión en la cabeza, tu siempre me llenay la cabeza de
cosas, ya ándate ya, déjame sola, Heidi sonríe 
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