La Hermana Helena fuma su cigarrillo, comienza a contar su historia,
fue hace unos 30 años ya!, como asa el tiempo jejej, yo tenía… 16 , pero era una
niña, todavía jugaba con muñecas y con las tacitas y todo eso, y… mi papa arreglo
mi matrimonio con Ernesto, era hijo de un amigo suyo. La idea de casarme y entregarme
a un hombre me aterraba, pero era lo que había que hacer, era lo que se usaba
en esa época, y…. fuimos a una comida en Quillota en la casa de Ernesto, estaba
todo listo, todo, faltaban menos de dos meses para casarme, y estaban en medio
de una discusión como política, y a mí se ocurrió intervenir y dar mi opinión, jejej porque yo siempre he
sido muy buena para dar mi opinión , siempre fui muy educada, muy lectora…. Pero
a él no le gusto, se molestó y me pego una cachetada, ahí en frente de todos… y
yo… me quede…helada… no es que el golpe haya sido muy fuerte, fue la humillación,
porque sabe que fue lo que más me dolió doctorcita?... que yo era una niña, y
yo como niña esperaba que mi papa me defendiera, que hiciera algo, mi mama no
dijo nada … y… hubo un silencio … una incomodidad… y de ahí siguió todo como si
nada. La Dra. Eloísa emocionada dice eso debió haber sido muy doloroso, la
Hermana Helena muy tierna dice, uhhh fue un antes y un después, yo deje de ser
niña de un solo golpe… la Dra. Eloísa dice y eso que ni siquiera ustedes dos estaban
casados, la Hermana Helena continúa y dice, exacto, imagínese como podría haber
sido… pero Ernesto no era un hombre particularmente violento , quiero que
entienda que… que los hombres eran así, o casi todos, era la época, la Dra. Eloísa
pregunta y como termino convertida en monja?.
La Hermana Helena muy
tierna se ríe y dice, jejejej esa misma
moche agarre una maletita chica y eche un par de pilchas y unos libros y… y me
fui a golpear a esas enormes puertas del convento y las monjitas me
contuvieron, y porque yo las conocía, las conocía porque eran mis profesoras
del colegio, me ayudaron y además convencieron a mi papa para que me autorizara
a tomar los votos…. Y acá me tiene, jejejej 30 años después, la monja loca como
me dicen jeje…. A veces… un poco sola, no se lo puedo negar… pero… hago lo que
quiero, soy libre, no le rindo cuentas a nadie. Emocionada la Dra. Eloísa dice,
nunca se me había ocurrido pensar que alguien podía hacerse monja para no
perder su libertad, la Hermana Helena se ríe y dice feliz, uuyyy!!! Jejejej la historia
de la iglesia está llena!!!, llena de mujeres que se resguardaron en los votos para… para no vivir bajo la
sombra de un hombre, mujeres que entraron para escribir, para estudiar o simplemente
para pensar por sí sola, porque siempre había un hombre, o su padre, o sus
hermanos, o su marido, o un hombre que pensara por ellas, y eso no ha cambiado
doctora.
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