La Hermana Helena está muy feliz trabajando en el
consultorio, lleva toallas limpias a las camillas y dice que la gente está muy
feliz porque ya se corrió la voz que doctora del hospital británico va atender
en el consultorio, la Dra. Eloísa trae una olla con agua caliente y dice que se
alegra poder ayudar a la gente pero costara que confíen en una doctora mujer,
siempre pasa lo mismo, la Hermana Helena dice que eso pasara muy rápido,
aprovecha la oportunidad para comentarle algo, le aclara que los cahuines de
vieja copuchenta no le interesan, pero
las vecinas le comentaron de una visita nocturna acá en el consultorio, la Dra.
Eloísa dice que se le cae la cara de la vergüenza, la Hermana Helena se ríe muy
tierna y dice que no se preocupe, ella es una mujer grande ya, pero se está metiendo
en el camino de gente de mucho cuidado, los Borman no son blancas palomas, en
eso tocan la puerta y va abrir muy feliz la puerta, la gente está ansiosa no había
un doctor desde falleció el doctor Infante, es Josefina quien llega con susto
por lo peligroso del barrio, pregunta si esta la Dra. Eloísa viene hablar con
ella. Más tarde la Hermana Helena renueva las vendas de Anselmo quien le pide
que se cuide desde ahora, Anselmo le promete a Pedro que lo va ayudar encontrar
a su hermano. La Hermana Helena entra en la oficina donde la Dra. Eloísa y
Pedro están conversando, está muy feliz porque llego el señor Ananías, toma su
libreta y lápiz y va afuera, Pedro compro zapatos nuevos para los niños de Valparaíso,
el señor Ananías trajo la camioneta hasta donde más pudo, la Hermana Helena está muy feliz y ordena que
todos se pongan una fila y digan que talla son, todos tendrán un par, todos le agradecen
a Pedro, Violeta dice a la Dra. Eloísa que Pedro es buena persona, pero todo es
comprado con plata cochina de un robo, se lo dice para que sepa cómo son las
cosas y no se vaya a confundir
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martes, 13 de septiembre de 2022
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